Universo sorpréndeme !
No cabe duda que los hijos y en general los niños pequeños son grandes maestros para los adultos , en especial para los distraídos como yo, que hemos perdido la capacidad de asombro.
Cuando Ale era muy pequeñito lo llevamos a pasear al parque México y no podíamos creer su cara, él iba recostado en su carriola, admirando los árboles.
No se a ciencia cierta qué era lo que tanto le encantaba. Quizá el color, el tamaño, los rayos de luz que pasaban entre las ramas, el sonido de las hojas al moverse con el viento.
Pero su expresión era increíble y de un gozo auténtico, puro.
Debí de haberme acostumbrado, porque así es él, se deja sorprender por todo, incluso por los caracoles, les crea casas, le junta comida, juega con ellos y hasta les pone nombre.
Gracias universo, porque a través de los ojos de mi hijo puedo ver la grandeza de tu creación, donde las cosas pequeñas son las más grandes.
AF
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