Siempre había querido vivir la experiencia del temascal, además de sudar y desintoxicar el cuerpo, tenía la idea de hacer un ritual para empezar una nueva vuelta al sol.
 
Salimos de México de madrugada y nos dirigimos hacía la Peña de Bernal, de ahí hicimos un recorrido hasta llegar a «La tortuga», un lugar en total silencio, lleno de paz y con una vista espectacular.
 
Al mismo tiempo que nos cambiábamos de ropa y guardábamos los celulares, se alcanzaba a percibir el olor a leña con la que estaban calentando las piedras volcánicas que nos darían calor.
 
Nos reunimos a la puerta del temascal y una vez dentro, María Irene, nuestra guía, nos dio la bienvenida y nos platicó que con éste ritual tenemos la oportunidad de curar el cuerpo, sanar el alma y renacer en diferentes aspectos de la vida.
 
La completa obscuridad, el calor intenso, las hierbas y el agua son perfectos para empezar un viaje interno lleno de emociones.

El ritual duró cerca de dos horas, abrieron la puerta en cuatro ocasiones para rociarnos agua fresca, agregar piedras, incienso, granos de café, así como romero, lavanda y manzanilla. Fuimos guiados hacía nuestra confianza para superar nuestros miedos, por medio de nuestra respiración conectamos con nuestro cuerpo y nuestro sentir, llegamos al cansancio y al agotamiento, nuestros sentidos se encendieron más que nunca con hermosos cantos a la madre tierra y finalmente recobráramos las fuerzas con un baño de agua fría que simboliza limpieza.

Ya recostados sobre el piso, tapados con unas mantas pudimos apreciar una maravillosa sensación de ligereza que nos dejó vibrantes y plenos.