En una sociedad donde la delgadez es vista como una cualidad y el concepto de salud ha sido distorsionado por mucho tiempo, tenemos que aprender a aceptar, amar y cuidar nuestro cuerpo.
 
Entender que somos únicos y no tenemos que parecernos a nadie porque no fuimos hechos en serie. Todos los cuerpos importan y son bellos, incluyendo los que tienen pancita, flacidez y celulitis.
 
Como todo en la vida son elecciones, elige bien.
 
Come lo que necesitas. aveces más o aveces menos dependiendo de tus actividades, entendiendo que todos los días son diferentes y por lo tanto, la energía que necesitamos no es la misma, ni proviene de los mismos alimentos.
 
Mueve el cuerpo. sin la intención de perder peso, basta con ir de aquí para allá en una caminata, dar una vuelta en bicicleta, subir escaleras, colgarse de un pasamanos, hacer fondos, nadar, hacer yoga o lo que sea que te haga feliz.
 
Disfruta. ser delgada es lo menos importante cuando compartes con tu hijo un día en la playa sintiéndote cómoda en tu cuerpo, cuando celebras un cumpleaños comiendo pastel, o cuando tomas un cóctel sin contar las calorías.
 
Por favor, jamás elijas una talla que no te pertenece sobre tu bienestar físico o mental y tu felicidad.
 
Con amor,