Cada vez que mi hijo enfermaba del estómago, el pediatra nos sugería darle muchos líquidos y cambiar su dieta, eliminar la comida procesada y consumir manzana, pera, plátano y especialmente guayaba.

Ale no tenía problema con las frutas, pero una vez que él mejoraba yo tenía un refrigerador lleno de guayabas, que por supuesto, no iba a tirar. Mi mamá me dijo que preparará agua de guayaba pero la idea de licuar y colar varias veces definitivamente no era opción para mi.

Por lo tanto, saqué mi extractor de jugos y listo!, en menos de diez minutos tenía concentrado de guayaba para dos semanas y solamente tuve que colar todo y lavar el extractor una sola vez, haciendo el menor desastre posible en la cocina.

Para que se conserve en buen estado es importante almacenar el concentrado, un mason jar es excelente pero cualquier recipiente de vidrio funciona, después hay que refrigerarlo inmediatamente.

Ahora sí, preparar agua de guayaba se vuelve fácil, se llena 3/4 partes de una jarra con agua natural, se agregan de 6 a 10 cucharadas soperas de concentrado (dependiendo de si se quiere una consistencia ligera o espesa) y se endulza al gusto. De ésta forma podemos aprovechar la fruta y consumir un alimento natural con mucha vitamina.