Es verdad que como papás, en el día a día no sabes lo que te va esperar, si tu hijo va despertar de buen humor, amarte con locura, o va hacer un berrinche como nunca antes.
 
Pero la mayor parte del tiempo el problema no es la edad de los niños, sino nuestras expectativas como adultos al creer que los niños «buenos» no se ensucian, no interrumpen y no cuestionan.
 
Un día me frustre horrible porque dejé a mi mejor amiga comiendo sola por salir a perseguir a mi hijo que estaba corriendo entre las mesas de un restaurant. Ale solo necesitaba dos cosas, atención y un ambiente relajado, como cuando hacemos un picnic sobre un tapete en la sala.
 
Si quiero ponerme al día con mis amigas, es mejor que las invite a casa y me despreocupe, cuando los niños están en su espacio generalmente se comportan mejor porque tienen disponible comida, juguetes y su cama.
 
Otra opción son los restaurantes con jardín o juegos, donde los pequeños se divierten mientras tu desayunas o platicas. 
 
Pareciera que ser mamá no te deja ni un momento libre, pero no te rindas. Te aconsejo que hagas un cine en casa, donde reutilices boletos viejos, prepares palomitas en bolsas individuales, cierres las persianas, y le des play a una nueva película. Siéntate a lado de tu hijo, relájate y salgan de la rutina.
 
No pelees por cosas sin importancia, por ejemplo, cada que tu hijo derrama algo, en ésta etapa lo que más me ha servido con Ale son los vasos anti derrames, los contenedores de cajitas de jugo y los platos con goma. 
 
Tampoco te preocupes si quiere preparar su cena, eso es una muy buena noticia, es algo llamado independencia, es momento de motivarlos a ayudar en casa; en la cocina, explícale cómo se preparan algunas comidas simples como hot cakes y deja que corte moras o plátano sobre una tablita y con un cuchillo sin filo, adecuado para su edad.
 
En ésta edad los niños se entretienen con lo más simple y se maravillan con cualquier cosa, son curiosos por naturaleza y hacen preguntas con mucha lógica como ¿por qué comes pulpo? … el pulpo no es comida, es un animal. 
 
Así que disfruta sus dos años, alégrate de que tu hijo cuestione todo y disfruta de escuchar mil veces ¿por qué mami?