El extractor de leche o breast pump es una buena idea si estás a favor de la lactancia. Incluso, si estás amamantando, habrá días en que tu bebé posiblemente se canse de succionar y tus senos necesiten vaciarse con la ayuda de éste aparatito.

 

Antes de tener a Ale, sólo había escuchado historias de terror en las que la extracción de leche era toda una tortura, pero afortunadamente mi experiencia fue muy positiva.

 

La succión del extractor me ayudó a incrementar mi producción de leche considerablemente, y cuando mi bebé tenía dos semanas empecé a hacer una reserva para que él continuara alimentándose de leche materna.

 

El extractor es muy práctico para usarse cuando no puedes amamantar directamente a tu bebé, y es el arma secreta de las mamás que trabajan, por supuesto, no debes dejar de pegarte al bebito por lo menos una vez al día, ya que el contacto directo y la succión estimulan a tu cuerpo para dar leche.

 

Mi recomendación es el Medela Freestyle, ya que logra extraer un par de onzas más que el extractor de Avent y el de Pigeon. Me gusta mucho que es doble, porque puedes obtener más leche en un solo uso. Funciona conectado directamente a la corriente y con carga puedes ocuparlo hasta cuatro veces durante tres días, es portátil y también incluye una hielera con 4 recipientes.

 

La marca y el modelo que tu elijas debe de adaptarse a tus necesidades y a las de tu bebé, si estás en casa y piensas utilizarlo ocasionalmente puedes comprar un modelo sencillo o simplemente un extractor manual, definitivamente es un artículo que debes de tener.