Como padres queremos proteger a nuestros hijos del dolor que puede causarles una pérdida ya sea de una persona que amen, una mascota, un objeto o inclusive la pérdida de su salud.

¿Es sano para un niño hablar sobre temas como perder o la muerte?

Es más sano de lo que crees, sin embargo, debemos hacerlo de forma adecuada con amor y un lenguaje que lo ayude a su proceso de pérdida.

La forma en cómo afronta la perdida un adulto se basa en su experiencia de vida, pero sobre todo en como desde que era un niño fue acompañado en esos momentos difíciles que le dieron un banco emocional de opciones ante la adversidad; el reflejo de su salud física y mental en el presente.

5 acciones que pueden hacer la diferencia:

1.- No minimices su perdida: “Era solo un perro, mañanavamos a la tienda y te compro otro”. 

Evita minimizar reemplazando algo que se pierde con otro, tenemos que permitir que nuestros hijos sientan la pérdida y acompañarlos, no apagando su emoción, no queremos que en un futuro tengamos adultos que cuando estén en pérdida de inmediato busquen reemplazar una persona con otras o abran puertas a actividades en exceso que apaguen el dolor como pueden ser el trabajo excesivo o alguna adicción.

“Ya deja de estar llorando tanto, eran solo un par de colores.”, “Al abuelo no le gustaría verte así de triste, deja de llorar”, “échale ganas.

El dolor es dolor, tenemos que entender que todos tenemos diferentes umbrales de este, para nuestros hijos puede haber cosas que pensemos no deberían de ser motivos para sentirse triste si se pierden, sin embargo, debemos de evitar hacer comentarios que den a entender que sus sentimientos no son importantes o simplemente perdamos su confianza para decirnos cuando algo les duele o los incomoda.

2.- No a la conspiración del silencio: Y ahora ¿Qué le diremos?, ¿Qué el abuelo se fue a un viaje muy largo?, No le digas que está enfermo …

Es importante siempre llamar a las cosas por su nombre y eso incluye la muerte o la pérdida, si ocultamos información podemos generar la perdida de la confianza de nuestros hijos, puede generarse un sentimiento de traición, es importante que busquemos formas de dar malas noticias siempre con amor y verdad.

3.- Hablemos del tema en su idioma:

Hablar de estos temas no es fácil, si no te sientes apto para hacerlo busca un profesional o apóyate de materiales como libros y videos sobre el tema antes de hablarlo.

Los niños y adolescentes necesitan hablar, pero necesitan más ser escuchados, no des consejos, si no sabes que decir, guarda silencio y solo haz presencia.

El acompañar no requiere obligadamente decir algo, requiere de amor y espacio para quien está en dolor.

4.-Arte, música y el juego como sanación:

Los niños necesitan sacar su energía de forma creativa en una pérdida, inclusive es cuando más hay que generar este tipo de actividades como dar caminatas con ellos en lugares con naturaleza, jugar, dibujar y hacer manualidades que les ayuden y así canalicen su dolor, evitando que esto se vuelva una pérdida no trabajada, que en casos extremos puede generar duelos patológicos y trastornos de ansiedad, depresión y suicidio.

5.- Atención, contención amor:

Ante una pérdida debemos estar siempre alertas, si nuestro hijo está enojado o a veces quiere estar sólo, es normal, recuerda que hay algo que esta doliéndole, acompáñalo y no juzgues su dolor siempre y cuando éste no comience a interrumpir su vida cotidiana con acciones como aislamiento, pérdida del apetito, pérdida del interés por el juego o si este proceso sigue por mas de 3 meses sin cambio alguno, entonces, busca ayuda de un profesional.

Gracias a internet tenemos al alcance herramientas que nos ayudan a facilitar el proceso de duelo en  la pérdida para nuestros hijos, acércate a ellas, inclusive hoy en día existen grupos de apoyo para niños que han vivido pérdidas muy fuertes, lo importante es que siempre tengas amor por ellos y entiendas que el tiempo que pases debe ser de calidad, sin interrupciones, depositando herramientas  emocionales efectivas para que cuando la pérdida llegue puedan tener la liquidez emocional para afrontarlas.

Con amor para todos los niños que hoy necesitan saber y sentir, que no están solos y con amor para todos los padres que aman a sus hijos y buscan acompañarlos.

Areli Guerra.

Areli es Psicóloga y Maestra en desarrollo humano, especialista en cuidados paliativos, duelo y espiritualidad. Su pasión es la ayuda comunitaria y la cocina.

Aprendió a andar en bici a sus 31 años, fue un reto, pero lo logró !. Es Fundadora de Sanarte DM y la puedes encontrar en: @sanarte.dm y en su web www.sanartedm.mx