Con mayor frecuencia deberíamos ocuparnos de transmitirles a nuestros hijos e hijas que nos equivocamos y que los errores son una magnífica oportunidad para replantearnos el rumbo, para ser amables con nosotras mismas para aprender y para evolucionar, es decir, ser nuestra mejor versión.

Constantemente las mamás nos damos a la tarea de ocultar nuestras imperfecciones, sintiendo que con esto no decepcionaremos a nuestros hijos e hijas.

Vamos cubriendo nuestra fallas y les negamos la oportunidad de vernos tal y como somos, y aun así seguirían amándonos, eso podemos tenerlo por seguro.

Pero en este intento les elevamos las expectativas de lo que ellos mismos deberían ser, pero de un modo poco real y eliminamos el gran aprendizaje que viene de fallar.

Abracemos el caos, la imperfección y errores y dejemos de cargar este pesado costal que nos impide amarnos tal y como somos.

Daniela Casanueva.

Dani es mamá, doula y maestra de yoga. Actualmente imparte un curso de preparación para el parto en blooma.

De niña tuvo un chango de mascota y desde entonces los ama.

Si quieres conocer más de ella y de su proyecto como doula, la puedes seguir en ig como @daniiela_mc