Ayer me sentí rebasada con la dispraxia de Ale, las no siestas de Oli, el estrés de mi esposo y mi muy mal humor 🤯.

Intentaba repasar con Ale y hacer su terapia divertida y no estaba funcionando, no como me hubiera gustado.

Oli estaba muy sensible, quería que la cargara todo el tiempo y no separarse de mi.

Mi esposo tenía demasiado trabajo y prácticamente no lo vimos durante el día.

Ya en la tarde ví una serie en Netflix, “Casi feliz”. El título me hizo pensar de inmediato, en las cosas que creemos que necesitamos para ser feliz.

Por ejemplo, antes de la cuarentena pensaba, necesito bajar el ritmo, quiero estar en mi casa, me encantaría que Ale tomara las terapias en casa, que mi esposo hiciera home office y quedarme con Oli para siempre.

Y así como se vino la pandemia, se concedieron todos mis deseos ✨.

Tenía todo lo que había anhelado, entonces ahora deseaba otra cosa. Típico, había caído en las trampas de la mente 🙃.

Para mí, lo más efectivo para salir de estas trampas es escribir, limpiar, hacer consciencia de lo que sucede, trabajar con mis emociones y meditar.

Pedir a Dios, al universo:

Permíteme ser paciente conmigo para que sea paciente con mis hijos y mi esposo.

Permíteme agradecer por lo que tengo y por lo que no tengo.

Permíteme aceptar las situaciones que vivo tal y como son.

Permíteme liberarme de expectativas.

Permíteme la claridad para encontrar caminos, soluciones y posibilidades de lo que puedo cambiar.

Permíteme estar aquí y ahora.

De esa forma la energía cambia, tus relaciones mejoran y lo malo se vuelve bueno. Cuando cambias tus pensamientos, cambias tu día.

Esos son los caminitos que tomo para salir de las trampas de la mente. Qué caminos has aprendido para estar en ti ?