Siempre he creído que la crianza es como el súper mercado.

Hay muchísimas opciones de productos, tantos como puntos de vista y elecciones.

Escogerás siempre lo que más te gusta o creas que es más adecuado para ti, aveces seguirás algunas recomendaciones, pero al final solo vas a llevar lo que más te convence, como cuando decides amamantar o dar fórmula.

Serás fiel a tus marcas favoritas, y algunas veces te arriesgarás a comprar algo nuevo y probar, como el porteo o la carriola.

No podrás evitar ver el carrito de a lado, pero seguirás tu camino. Como cuando ves a niños mejores portados que los tuyos o a los que hacen berrinches monumentales.

En la caja cuando pagues podrás sentir impulso de comprar todo lo que hay al rededor porque es rico o crees que lo necesitas, así como todas las teorías, cursos e ideas en este mundo de la crianza, se inteligente al escoger.

Cuando termines tus compras seguramente habrás olvidado algo, te lamentarás de no haberlo metido en el carrito, y al final del día te darás cuenta de que lo realmente importante si venia en la bolsa.

Cómo cuando tienes un día terrible y al final tienes la fortuna de estar en casa con tu familia.

Qué te pareció? La crianza se parece al súper o no tanto?