Cómo hacer que tus hijos no odien los días de vacunas
Agenda con anticipación. Haz la cita con el pediatra por la mañana, después del desayuno y antes del snack, a esa hora los niños están de buen humor porque pudieron descansar por la noche y no tienen hambre.
La ropa cómoda es la mejor opción. Olvídate de vestir a tus hijos con chamarras estorbosas, jeans o ropa ajustada o con demasiados botones. Piensa en ropita que les permita descubrirse brazos o piernas con facilidad y que una vez que les hayan aplicado la vacuna no les genere ninguna molestia.
Usa aceites esenciales. La lavanda y la manzanilla son excelentes relajantes, puedes poner una gota en cada una de sus muñecas, a mi me gusta ponerle una gota a su peluche porque lo abraza todo el tiempo.
Lleva agua y su snack favorito. Seguramente no va ser el más saludable, pero un chocolate o unas papitas siempre hacen felices a los niños y queremos que el momento sea lo más agradable posible.
Premia su valentía. Cuando les hayan aplicado la vacuna regálales stickers o libros si son niños pequeños, si son niños más grandes dales tiempo extra para dormir tarde o para jugar Nintendo.
No hagas planes ese día. La mayoría de las vacunas no tienen reacciones fuertes, sin embargo, pueden generar malestares leves como dolor de cuerpo y calentura. Después de las vacunas siempre será más cómodo estar en casa.
AF
Están al día con las vacunas de sus hijos?. Espero que sí.
Si te gusto este post guarda o comparte Ale cuando tenía 1.5, en un día de vacunas, 2015.