En mi intento de tener un cabello hermoso y largo probé de todo; formulas de salón, mascarillas, aceites, ceras, ampolletas y keratina. Sin embargo, aunque el aspecto y textura de mi pelo mejoró muchísimo, no creció más de lo normal.
 
Estaba usando productos carísimos y llenos de químicos sin obtener grandes resultados, así que opté por  utilizar productos naturales que me regalaban, o que compraba en bazares o pueblos y en cuestiones de semanas encontré los siguientes beneficios.
 
Shampoo de cola de caballo. Fortalece el cabello desde las primeras aplicaciones, pero deja el pelo tieso (aún con el uso del acondicionador).
 
Shampoo de romero. Limpia muy bien el cabello sin resecar, no tienes que preocuparte por lavarlo al día siguiente porque conserva el pelo con brillo y sin grasa.
 
Shampoo de aloe. Su principal bondad es que deja el cabello hidratado y sin frizz, la sensación al aplicarlo es un poco babosa.
 
Shampoo de lavanda. Huele delicioso y limpia bien el cabello, pero si llevas el pelo suelto tendrás estática todo el día.
 
Los productos naturales tienen grandes beneficios, quizá no están probados dermatologicamente en un laboratorio, probablemente no tienen un sello orgánico, ni una certificación cruelty free. Pero es casi seguro que están libres de químicos porque están hechos de hierbas o  plantas y han sido elaborados por productores locales de manera artesanal, el precio justo es un plus. 
 
Por todo esto y más vale la pena darles una oportunidad y probarlos.